El transporte internacional implica riesgos inherentes como robos, daños a la mercancía y retrasos. Aquí te mostramos cómo gestionarlos eficazmente:
1. Realiza un análisis exhaustivo de riesgos:
Evalúa factores como la ruta, el clima, las regulaciones locales y la confiabilidad de los proveedores de transporte.
2. Contrata seguros especializados:
Un seguro adecuado protege tu inversión. Por ejemplo, los seguros “All Risk” cubren una amplia variedad de posibles incidentes, desde robos hasta desastres naturales.
3. Monitorea los envíos en tiempo real:
Usar tecnología GPS e IoT garantiza que puedas rastrear tu carga y reaccionar rápidamente ante cualquier incidente.
4. Documentación completa y precisa:
Errores en facturas, certificados o permisos pueden detener un envío. Automatizar estos procesos ayuda a evitar multas o retrasos.
5. Contingencia y flexibilidad:
Prepara planes alternativos para rutas o medios de transporte. Las interrupciones pueden mitigarse mediante contratos con múltiples transportistas.
Invertir en una buena gestión de riesgos no solo protege tus envíos, sino que también construye confianza con tus clientes y socios comerciales.
